EL VIAJE

Cerré la maleta, llamé a un taxi y partí para la estación. Estaba inquieta, ya que no solía viajar en tren desde… no sé cuándo y hoy había decidido dejar el coche por el mal tiempo para atravesar medio país con posibilidad de nieve y frío.

Era pronto y me senté en la terraza de la cafetería, con la intención de leer un poco la prensa, pero como me gusta observar, empezaron a entrar y salir trenes y poquito leí.

Entonces pensé en la magia que han perdido las estaciones con respecto a épocas anteriores. Era precioso acompañar antes a una persona especial, acercarte con ella al vagón, subir incluso al departamento, ver el asiento en dónde iba a ir sentado, y cuando se acercaba la hora de salida, te bajabas y en el andén, aún había tiempo de dar el último beso, la última caricia, la palabra amable, yo qué sé!, la despedida. Arrancaba el tren y esa persona especial se asomaba a la ventanilla y te decía adiós con la mano hasta que se perdía la vista. Tú emprendías el regreso a casa con la dulce tristeza del adiós y la esperanza puesta en su regreso.

Ahora no, ahora ves el tren desde la reja y ya está; te dices adiós y empieza a pasar el control de las maletas, el bolso, que se engancha con el que va delante, que te atosiga el que va detrás y la despedida? no hay, ves partir a tu persona especial tirando de la maleta y demás bolsos que le faltan manos, hecha un lío; todos los viajeros en fila, a modo de manifestación buscando el vagón por lo menos un kilómetro, sin mirar para atrás. Allí te quedas con tu carita de circunstancia, te das la vuelta y para casa.

Dónde quedan los pañuelos enjugándose una pequeña lágrima? Dónde la sonrisa que lo decía todo? Dónde esa mirada que era todo promesa?

Lo dicho, se ha perdido la magia.

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4 respuestas a EL VIAJE

  1. Ahora la magia se produce en la puerta del hotel en el que cada maleta rueda para un lado diferente. En la cama, donde un beso de madrugada pone punto a un nos llamamos como despedida de un fin de semana memorable. Ahora la magia querida amiga… se produce leyendo tus escritos. Un beso de esos de los de… como si todo se acabara, incluso el año.

  2. Leha dijo:

    Ay que me parto…es que me estoy viendo en la cinta de control….con el bolso que siempre se me olvida cerrar bien y cuando desaparece en el «túnel» imagino que todo lo que llevo dentro se va a ir desparramándo por ahí y me reprocho refunfuñando lo desastre que soy……si es que no son maneras…al final ni beso de despedida en la ventanilla..ni manos pegadas en el cristal….ni corazones enmarcados con los dedos….ni te quieros vocalizados lentamente y en silencio….naaaaa..te vas a matacaballo…..y la persona que se queda estira el cuello como una jirafa para intuir que la que va dando tumbos con la maleta y con la chepa de medio lado cargada como una mula…esa….esa eres tú…la viva imagen del glamour y la elegancia……ainssss que románticooooo jajjajjajja….ME HA ENCANTADO!! eres genial ¡¡que lo sepas!! Un beso que te espera en el vagón

  3. Gracias, junupros, por tu comentario, por venir a mi blog y leer mis versos. Gracias por lo que escribes, que aunque no te lo digo en los comentarios, me gusta mucho, y sí, te leo,
    y disfruto, con tu viaje en tren, con las cosas que nos cuentas… Gracias por tu ingenio y buena prosa. Te mando mi abrazo y mis buenos deseos para el año que acabamos de
    estrenar, tan blanco y tan peligroso. Nos seguimos leyendo.

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