BUENA DECISION

Salió de casa temprano, lo había estado pensando toda la noche e incluso el día anterior, «en cuanto sea una hora conveniente, me acercaré a la primera agencia y buscaré un viaje a ninguna parte o mejor dicho a cualquier parte». Le daba igual.

-¿Qué desea con preferencia? Le preguntaba con amabilidad el empleado.

-Nada

-Tenemos un paquete fenomenal para el Caribe

-¿Cuántos días?

-Son quince, pero tiene un precio de lujo…

-Prefiero menos días y menos tiempo de avión.

-¿Le parece que miremos por el continente?

-Bien

– ¿Le explico algún lugar?

-No, elija usted.

– Entonces, voy a hacer todo tipo de gestiones, para que vaya ocho días a una isla ¿Le gusta la isla de Sicilia, por ejemplo?

-Me parece fenomenal y cuanto antes cierre el billete, mejor.

Miró a los empleados de las mesas cercanas, estaban atentos y sorprendidos, habían dejado de atender a sus clientes. Debía de ser la primera vez, que se vendía un billete sin poner ninguna pega, ni interesarse por nada. Ella pensó: Por lo menos aún tengo la capacidad de sorprender a alguien con algo.

Tenía que levantar de nuevo su autoestima, debía de encontrarse y volver a ser la persona alegre, emprendedora, animosa y animada que había sido siempre. Para ello, debía de alejarse del ambiente enrarecido en el que se encontraba. Tenía que haber mucho mundo para airearse. Mejor vida que la que ella se había empecinado en querer mantener a toda costa. Tenía que oxigenarse.

Fue a unos almacenes y se compró ropa clara. Vestidos blancos vaporosos, tipo ibicenco, camisetas atrevidas, gafas, pamelas, y para algún “momentillo especial” eligió dos modelos, que antes de ponérselos, ya noto que iba a estar fantástica. No tenía la mirada de nadie reprobándole sus actos, ni recriminándole sus gustos. Había decidido ser libre, ser ella.

Ya empezaba a sentirse aliviada, tenía ilusión por llegar a la isla cuanto antes. Salía al día siguiente y empezaba a parecerle tarde…

Antes de bajarse del avión, según sobrevolaban por encima de la ciudad de Taormina, le gustó su cielo azul, su mar azul verdoso, las casas caleadas unas, de colores vivos otras, los tejados rojos. Se dijo “esto me va a sentar muy bien, lo intuyo”.

Acomodada en su hotel, se fue a recepción a enterarse de los lugares que podía visitar. Eran muchos y todos muy apetecibles: Duomo, el teatro griego la Isola Bella…Desde la ventana de su habitación observaba el volcán Etna, espectacular. Cada vez se sentía más animada, después de descansar, esa noche decidió salir. Se puso uno de los vestidos especiales, el negro, ajustado a su cuerpo, con un fular salmón, como los zapatos … ¿insinuante? Quizás. Se sentía bien.

Se había informado del lugar a donde podía ir para sentarse en una terraza, ver el ambiente y estar entretenida. Le comentaron que en Piazza Duomo, podría encontrar lo que deseaba. Estaba llena de terrazas, bares elegantes. Daiquiri Luonge, este podría ser, se ajustaba a su gusto, se disponía a sentarse, cuando oyó casi como un susurro a su lado…

-¿ Y si nos hacemos compañía? Estoy en su mismo hotel y yo también estoy solo.

Le miró y era un hombre de edad aproximada a la suya, bien vestido, de aspecto agradable y mirada risueña. Quería mostrarse de forma correcta y lo conseguía. Ella no dejó escapar la ocasión, le resultaba divertida.

-Me parece bien, porque ando un poco despistada. No conozco la ciudad. ¿Se nota?

-A mí me pasa lo mismo, creo que ha elegido bien, me gusta su gusto y compartido todo resultará más ameno.

Pronto empezaron a hablar, era un hombre muy simpático, culto y con mucho gracej0, a ella le hacía reir, como ya no recordaba, decía las cosas con cercanía, se trataban como viejos amigos. Tenían gustos similares. Intercambiaban sus vivencias con gran sinceridad, había calidez en el ambiente. Ella notó que su compañía le gustaba.

-Si quieres cenamos juntos. Yo llegué hace dos días y encontré una taberna de tipo irlandés que creo que te puede gustar.

-¿Cómo la de las películas? Seguro que me encanta…

Cenaron, rieron, hablaron, terminaron la velada bailando en uno de los lugares de moda. Se sentía feliz a su lado. Llegó un momento que él se moría por besarla y ella notaba unas ganas irrefrenables de que lo hiciera. Se dijo «¡Cuidado! no te estarás enamorando».

Avanzaba la noche, no encontraban momento de separarse, y enlazados, paseaban por la playa lentamente, parándose y fundiéndose en apasionados abrazos.

Había complicidad, había deseo, había entrega. No se dijeron nada, poco a poco, se dirigieron a la habitación del hotel y una vez allí, casi con locura frenética, se entregaron mutuamente, a todo un derroche de pasión acumulada.

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11 respuestas a BUENA DECISION

  1. Hola, te he seleccionado como uno de los 11 blogs para los Liebster award, si quieres puedes leerlo en el siguiente enlace http://rumoresenelviento.wordpress.com/2013/08/11/liebster-award-2013/
    Un saludo!

    • junupros dijo:

      Estoy sorprendida y agradecida al máximo y hasta un poco ruborizada, pero ¿perdóname! no se jugar a esto. Es la primera vez que alguien me nomina para algo ¿oye? y sí que me gusta. Me pasaré a leerte y mientras recibe un abrazo.

  2. Stark dijo:

    Que buen relato, enhorabuena!!

  3. alpuymuz dijo:

    Ah!… ese lujo cadencioso de lo mediterráneo y de la presentación de un ánimo que ha de terminar en atmósfera de luz de mar oscurecido y divina música para el vaivén de la entrega cuando se formaliza eléctrica y torrencial… Quizá el aroma dulzón de alguna planta se entremezclara con el buen resultado de un sudor sin fisura… ¡Unos cuerpos mecidos por el destino, genial!
    Bueno, Julia, quiero decir que me ha gustado: intensidad y economía de medios; perfecto.
    Felicidades.

  4. Como siempre, excelente. Este verano no he tenido mucho tiempo de pasarme, pero hoy que he tenido un rato, has vuelto a sorprenderme! Un saludo Julia!

  5. Gaviota dijo:

    Me encanta este post, me ha dado alegría encontrarlo debiste escribirlo cuando yo estaba de , mudanza.
    hermosa complicidad!
    Un besote

    • junupros dijo:

      A que podía ser estupenda una aventura así? Lo he vuelto a leer, porque tú me tientas con tus comentarios, y hoy que estoy en casa reposada más, y no pinta mal la fiesta.
      Un beso Gavi.

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